viernes, 20 de noviembre de 2009

Ahorrar energía... ¡manejando!

En el mundo hay miles de tecnólogos desarrollando motores más eficientes. Por eso, el doctor Luis Juanicó, investigador del Conicet, decidió enfocar los problemas energéticos desde otro punto de vista. "Como es difícil decirle a la gente que no use el auto, se me ocurrió proponer que se haga en forma inteligente y solidaria", dice.

Y para eso desarrolló un dispositivo que permite recuperar el calor residual generado en los motores de combustión interna (como los de los automóviles y los camiones) y disipado hacia el medio ambiente, para calentar agua a una temperatura cercana a la de la ebullición.

¿Para qué serviría calentar agua a bordo de un auto? "En realidad, para muy poco -reconoce-. Por eso, si bien existían numerosas patentes sobre este tema, algunas de casi 100 años de antigüedad, ninguna se llevó a la práctica. El Conicet cuando hizo la búsqueda de antecedentes las encontró, pero la nuestra lo que reivindica no es el uso a bordo del automóvil, sino su utilización comunitaria mediante un sencillo pero inteligente sistema de carga y descarga para que cada vez que uno estacione pueda «donarla» a edificios públicos y de ese modo disminuir el uso de combustibles fósiles para calefacción o para calentar el agua de uso sanitario." Según explica el investigador, esto podría lograrse instalando un tanque de agua que rodee el caño de escape y/o un tanque de agua que se interponga entre el motor y el radiador, para que aprovechen el calor provisto por los gases de escape.

"Cada auto debería tener dos mangueras con «bocas de acople» sobre el guardabarro que pudieran conectarse con un par de mangueras complementarias -detalla-. Un sistema de carga inteligente y automático permitiría descargar el agua caliente y recargar agua fría. A su vez, bombearía el agua caliente hacia el edificio. Podría descargarse en menos de un minuto, pero necesitaría de la colaboración del usuario."

Para Juanicó, que ofrece su desarrollo a las universidades y escuelas técnicas del país interesadas en construir un prototipo, sistemas como éstos permitirían disminuir sensiblemente el gasto energético en países desarrollados, donde casi la mitad de la energía primaria se utiliza en calefacción de viviendas. "La cantidad de energía que se «tira» en los autos del mundo es monstruosa: dos tercios de la que se emplea en la combustión del motor se desperdician en forma de calor."

Fuente: Nora Bär - La Nación.
Las noticias reproducidas aquí no representan necesariamente la opinión de Osuna Jorge, pero si las consideramos relevantes